La mamoplastia de aumento es uno de los procedimientos de cirugía plástica más realizado y uno de los que más satisfacción genera en nuestras pacientes.

¿CÓMO SE REALIZA UNA MAMOPLASTIA?

Nuestro abordaje favorito es en la parte inferior de la areola, pues la cicatriz es prácticamente imperceptible y no altera la lactancia ni la sensibilidad. El plano retromuscular (por detrás del músculo pectoral) es el ideal pues se cubre mejor la prótesis y aunque el dolor es un poco mayor, el resultado a largo plazo lo justifica.

¿QUÉ IMPLANTES UTILIZAMOS?

Los implantes que utilizamos son de gel cohesivo de silicona, de las marcas Mentor® de Jhonson y Jhonson® y Motiva®, que son las más prestigiosas del mercado y las que dan la mejor forma y textura.

Estos implantes vienen en tres proyecciones:

-Perfil bajo: para un resultado con un realce muy natural

-Perfil medio: Para un escote con un realce ligeramente lleno

-Perfil alto: para un escote con un realce muy redondo y poco natural

No recomendamos tallas muy grandes pues estas, además de presentar varios problemas, son poco agradables estéticamente. Se busca un aspecto atractivo pero no vulgar, evitando una forma postiza y artificial.

¿CÓMO ELEGIMOS LA TALLA Y LA FORMA?

Aunque generalmente recomendamos tallas pequeñas y realces naturales, quien finalmente decide la talla y forma de sus senos es el paciente.

La mamoplastia de aumento es un procedimiento técnicamente sencillo, sin embargo, la verdadera dificultad está en que el cirujano logre interpretar el tamaño y la forma que su paciente tiene en mente.

Existen múltiples alternativas para establecer esta medida, pero en el instituto utilizamos fotos de referencia, que sirve para siempre darle a nuestros pacientes el resultado que buscan.

Los pacientes eligen dos fotografías de una modelo sin brasier, con los brazos abajo y con esta referencia nos acercamos de una forma bastante precisa a este resultado, no solo en la forma sino también en el tamaño.